Fui de las primeras personas que conocieron este thalasso Spa, cuando abrieron sus puertas por primera vez hará ya más de 10 años. Entonces se llamaba HOTEL  SELENZA. Pase un fantástico fin de semana con alojamiento, circuito y media pensión, por invitación de una empresa como incentivo;  ya entonces me encantó. Y ahora, he vuelto al Occidental Estepona Thalasso Spa, también como invitación, aunque en esta ocasión ha sido un regalo (por mi cumpleaños) de una persona muy especial, que sabe muy bien lo que me gusta y lo disfrutona que soy…!

Mil gracias mi querida Tania!

El regalo fue más que completo, y me puso en #ModoSPA prácticamente todo el día.

A mi llegada ya me tenían preparado el equipamiento SPA, con albornoz, toalla, zapatillas y gorrito. La recepcionista me explicó en qué consistía el paquete que tenía reservado y me acompañó a la zona de aguas, donde una terapeuta me contó con detalle el orden a seguir y las propiedades especificas y especiales que se obtienen al bañarte en agua del mar…

Casi 2 horas pasé disfrutando del circuito, y de cada uno de sus elementos. Chorros localizados, cama de burbujas, cuello de cisne, cascadas, pediluvio, baño turco, sauna.. Aunque donde me pasé un buen rato, fue en la piscina de nado contracorriente, que después de hacer unos largos, me quedé flotando, tal como me aconsejado la terapeuta. El agua marina debido  a su alta concentración en sal, hace que sea mayor la flotación.

Me recogió y nos fuimos para una de las cabinas de tratamientos para realizarme el ritual “VIAJE AL AMAZONAS”. He de comentar que cuentan con una completa carta de tratamientos faciales y corporales, masajes y rituales.

Comencé el viaje sensorial  sumergiéndome en la bañera siesta, al tiempo que recibía cromoterapia sobre los chakras, y me envolvía en el suave aroma de diferentes aceites esenciales que se dispersaban desde la bañera.

Continué deleitándome con un masaje a 4 manos muy bien sincronizado, con manos firmes y acogedoras, que trabajaron simultáneamente por todo mi cuerpo, eliminando el cansancio y la tensión acumulada de toda la semana.

Solo pensaba, que no se acabe, que no se acabe…

El último tramo del viaje terminó en la cama de flotación, donde reposé por un buen rato, y de la que me costó levantarme.

Aun me quedaba la última parte de mi regalo, el almuerzo.

Tengo que destacar la buena cocina y la muy buena atención también en el restaurante, en el que estuvieron muy pendientes de mí y de que todo estuviera de mi agrado.

Elegí una cremita de setas y salmón a la parrilla salteado con verduras, todo verdaderamente exquisito, tanto que el postre no me lo pude acabar.

Como siempre acabo el post, con la reflexión de QUÉ importante es, el dedicarnos un tiempo para estar en #ModoSPA , descansar, recargarnos las pilas y poner en equilibrio cuerpo y mente.El regalo superó con creces todas mis expectativas. Que feliz estoy de haber comenzado con el blog y procurarme estas maravillosas experiencias.

Pronto os contaré sobre el SPA del hotel MIRAMAR Gran lujo de Málaga